Así como en el clásico «Cuento de Navidad» de Dickens, nuestra era actual también tiene sus propios fantasmas. A diferencia del avaro Mr. Scrooge, nuestros temores recaen en los virus. Sin duda, el fantasma de las navidades pasadas fue el coronavirus, específicamente la variante Ómicron, conocida por su alta capacidad de transmisión.
Pensamos que el coronavirus sería nuestra peor pesadilla para siempre, pero el tiempo y los virus han cambiado las circunstancias. Aunque el coronavirus ha dominado en los últimos años, la temporada navideña siempre ha sido propicia para la gripe. Ahora, con el aflojamiento de la pandemia, los virus gripales reclaman su lugar.
El 22 de diciembre, día de la lotería, me tocó «el gordo» en forma de positivo por gripe A. Con cuatro «covids» a mis espaldas, conocer los entretelones del coronavirus es como ser parte de la familia. Mi primer pensamiento al ver el resultado positivo para gripe A, en lugar de coronavirus, fue que la gripe sería más fácil de manejar. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Tener gripe en 2023 es una experiencia diferente a épocas anteriores a la pandemia, algo que el COVID ha cambiado para siempre.
Las preguntas que surgen ante un positivo por gripe A en 2023 son inevitables:
- ¿Es el actual virus de la gripe «peor» que en temporadas anteriores? Aunque algunos pueden haber experimentado la gripe A de manera intensa, globalmente la versión 2023 no parece más agresiva ni letal que las anteriores, pero podría ser más contagiosa.
- ¿Sigue siendo eficaz la vacuna contra la gripe? A pesar de su moderada eficacia para prevenir el contagio, la vacuna sigue siendo útil al proporcionar cierta protección o al suavizar los síntomas.
- ¿Debemos volver a usar mascarillas? Las mascarillas han demostrado ser efectivas en la contención del virus. Aunque puedan resultar incómodas, son necesarias para protegerse y proteger a los demás.
- ¿Es necesario realizar pruebas? Las pruebas son esenciales para tomar conciencia de la situación y adaptar el tratamiento. Disponer de pruebas accesibles y asequibles, que detecten no solo el coronavirus sino también la gripe A y B, es una herramienta valiosa.
En resumen, enfrentamos esta nueva epidemia de gripe A con más recursos que nunca. La vacunación, las pruebas y el uso de mascarillas son herramientas cruciales para combatir el fantasma de la navidad presente. No obstante, dependerá de nuestra voluntad y habilidad utilizarlas adecuadamente. La pandemia no nos ha hecho mejores, pero aún tenemos la oportunidad de aprender de la lección a medias y luchar contra los fantasmas de las navidades futuras.